Saca, 1504
Desde mucho antes de que existieran las naciones o los calendarios, ya pastaban aquí las yeguas. A través de la figura del yegüerizo —jinete sin alarde, guardián de la marisma—, este proyecto recorre el rito ancestral de la Saca de las Yeguas y su legado transatlántico.
Durante varios días de junio, los caballos cruzan la marisma de Doñana en una coreografía antigua de polvo, silencio y memoria. Esta serie documenta ese tránsito: desde el interior de las reuniones hasta los corrales ganaderos, entre lo sagrado y lo ganadero, entre la historia y el presente.
Una restitución visual de lo que aún resiste.
Una genealogía ecuestre entre Doñana y América.







































